El objetivo del proyecto RENACE
es conformar una red de grupos locales (NODOS) a lo largo de la costa uruguaya (de Colonia a Rocha), integrados de forma multidisciplinaria y participativa, capacitados y coordinados para asistir las tareas de respuesta y contribuir a la conservación de los cetáceos.
Canales de acción
Crear, cocoordinar y cogestionar los NODOS.
Colaborar con la investigación y la generación de conocimiento
Implementar y fomentar educación, formación y sensibilización en distintos ámbitos/áreas relevantes.
Promover la creación de un protocolo nacional de asistencia a cetáceos.
Público Objetivo
Integrantes de las comunidades costeras uruguayas ubicadas en el área de actuación del proyecto.
Funcionarios locales de la seguridad pública (prefectura, bomberos, policías, guardavidas), actores gubernamentales, técnicos, profesionales, ONGs e investigadores pertinentes.
Área de actuación
Aguas territoriales Uruguayas y playas nacionales (aproximadamente 600 km de costa).
Desde Isla Timoteo Domínguez (34°09′29″S 58°15′10″O)
Hasta la Barra del Chuy (33°74′00″S 53°37′00″O)
Contexto y justificativa del proyecto
Durante siglos los cetáceos fueron cazados y usados por los humanos como fuente de alimento, como materia prima para la elaboración de diversos utensilios y para la elaboración de aceite para diferentes usos, industriales o cosméticos.
Desde principios del siglo XX medidas de protección y gestión de ese recurso se destacan a nivel mundial (1936 se deja de cazar oficialmente a la ballena Franca del sur, por ejemplo.) Esas medidas fueron tomadas para que el recurso tan codiciado no se agotara. No eran necesariamente medidas de protección a las especies por sus valores ambientales, ecológicos o de derechos.
Después de la segunda guerra mundial, en 1946, se crea la Comisión Ballenera Internacional. Nuevamente la intención internacional viene de la mano de la gestión de las poblaciones, estudiándolas y buscando formas de uso no letal con estos animales. Décadas después se inician procesos no letales, como el turismo de observación de cetáceos, que se realiza en más de 100 países alrededor del mundo.
Actualmente, es de conocimiento público que los cetáceos son importantísimos para la salud de las cadenas tróficas oceánicas y para la lucha contra el cambio climático, entre otras.
Cientos de estudios científicos ya han demostrado que las ballenas vivas en su medio, generan mucho más renta y trabajo que su captura. Según el Fondo Monetario Internacional, cada gran cetáceo en vida silvestre tiene un valor equivalente a 2 millones de dólares. Ese valor surge de cálculos relacionados a los puestos de trabajo, el ahorro económico en procesos de combate al cambio climático, al turismo de observación de cetáceos y a los beneficios a todos los ecosistemas marinos, y en definitiva a la producción de biomasa, puestos de trabajo y desarrollo de muchas comunidades alrededor del planeta.
Más allá de motivos de bienestar animal, salud, seguridad y ética, entre otros, los varamientos adecuadamente gestionados y documentados ofrecen oportunidades únicas para la investigación, vital para sustentar planes de conservación.
Proyectos como RENACE son justificados por éstas y otras tantas razones.
Es importante que la sociedad civil participe de estos procesos de conservación de los cetáceos y del monitoreo de sus hábitats.